113 km
7 h
380 m

Descripción

1- Bara

2- 3- Paralelos al Río Alcanadre

4- Bibán

5- Miz

6- Bara

1 – Una vez lleguemos a Bara, dejaremos nuestro vehículo. Buscaremos la parte norte del pueblo. Para esto, podemos tomar un camino a la izquierda antes de entrar al pueblo, y dejar la iglesia a nuestra derecha, o bien cruzar el pueblo y girar a la izquierda dejando la iglesia a nuestra izquierda.

2 – Estos dos caminos se unen. Poco más adelante este camino se convierte en senda. No tomaremos una primera senda que cruza el río por la derecha (esta la utilizaremos a la vuelta) y tampoco ningún camino ni senda que salga por la izquierda. Nuestro objetivo es mantenernos paralelos al río Alcanadre, hasta que en una curva cerrada del río lo tengamos que cruzar.

3 – Ahora la senda asciende un poco y se separa del cauce pero sigue paralela por su otra orilla. Descenderemos un poco y nos volveremos a unir al cauce. Poco más adelante una senda se cruzará en nuestro camino, la obviaremos y seguiremos recto, en falso llano y siguiendo el cauce llegaremos a Bibán.

4 – Pasado Bibán, la senda se bifurca, nosotros iremos por la de la derecha que desciende a un pequeño barranco, para después, entre subidas y medias laderas cruzar otro barranco y llegar a Miz.

5 – Una vez en Miz pasaremos el pueblo y nos dirigiremos al este o a nuestra derecha según llegamos. Nada más salir, la senda se vuelve a bifurcar tomaremos la de la izquierda y paralelos al barranco de Miz, descenderemos entre bosques y matojos hasta el río Alcanadre.

6 – Es aquí donde aparece la senda que hemos obviado al principio de la excursión. Cruzaremos el rió y girando a la izquierda volveremos a Bara por esta senda que ya conocemos.

Historia y Cultura
El agua del río Alcanadre se abre camino al poco de nacer, serpenteando entre terrazas, pequeñas cascadas y  sugerentes gorgas cristalinas. Parece  conocer el largo  y duro viaje que le espera. En el tramo alto, es el momento de aprender a esculpir las rocas, jugar con las formas, averiguar los secretos de la luz y el sonido para después  poder mostrárnoslos, con  extraordinaria belleza y gran magnitud en los  barrancos de Gorgas Negras, Barrasil, Peonera y los Fornazos.
Siguiendo el cauce del río se localiza la  mayor concentración de pueblos abandonados de todo el parque y su zona de influencia, con más de 10 núcleos deshabitados. Bara, Nocito y Belsué son la excepción. En los últimos años se han reformado y reconstruido casas; la habilitación de  viviendas destinadas al turismo rural, servicios de restauración  y un plan de senderos y rutas por esta zona, a si como el acondicionamiento de las comunicaciones, hacen mas accesible y cómodo, el descubrir el Alto Alcanadre y la cara norte de Guara.
Bara posee una iglesia románica y varias casas solariegas; destacamos Casa Otín del siglo XIX, con una bonita chimenea troncocónica y espantabrujas, Casa Pariela del siglo XVI, con unos interesantes bajorrelieves, en sus ventanas, de ofidios y lagartos. Tanto Miz como Bibán se encuentran en ruinas, pero no por esto desmerecen. Estos pueblos eran autosuficientes, con molinos, horno de pan, agricultura y ganado, dada la proximidad de unos a otros compartían productos y como no, iglesia.
El recorrido transcurre cerca del río Alcanadre  donde habitan entre otros muchos, ranas,  madrillas  o culebrillas de agua, también numerosos mamíferos y aves se acercan a beber y refrescarse.  Bosques de pino, sabinas, encinas quejigos, así como montebajo con erizón, tomillo, romero y ajedrea, nos acompañarán en esta ruta.

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Ficha técnica